Una excavación arqueológica es un proceso de estudio de las estratigrafias naturales y antrópicas que se sedimentan en un sitio determinado
Consiste en retirar las capas de tierra en orden inverso a como se han ido formando. El registro gráfico y analítico de este proceso formará el registro arqueológico que permitirá interpretar el yacimiento.
Las metodologías utilizadas en una excavación varian según la naturaleza y ubicación del yacimiento.
Excavaciones urbanas:
Se realizan en lugares urbanizados y en zonas de expectativa arqueológica. Dependiendo del proyecto de obra i de la afectación al subsuelo, la intervención es puntual o extensiva. Los resultados y tiempos de ejecución dependen en gran medida de la cantidad y complejidad de los restos arqueológicos que hay y que se van encontrando.
Excavaciones de grandes extensiones:
Se realizan en sitios muy poco o nada urbanizados que estan afectados por proyectos de urbanización o de infrastructuras (carreteras, autopistas, polígonos industriales, parques, etc.).
Previamente se suelen hacer estudios del territorio para determinar aquellas zonas con más probabilidad de tener restos arqueológicos, así como prospecciones arqueológicas con máquinas dónde se localizan los restos. A continuación se procede a su excavación.
Los restos arqueológicos que aparecen suelen ser estructuras excavadas en el terreno natural, con poca estratigrafia. Su conservación depende de la erosión del terreno.